Crónicas de Kenji Tokitsu
Reflexiones sobre el método de artes marciales I
Reflexiones sobre el método de artes marciales
Tras la publicación de mi último libro, « Tai-chi-chuan, origine et puissance d'un art martial » (de próxima aparición en castellano), recibo numerosas preguntas relativas a esta práctica que voy a intentar contestar a través de esta serie de artículos en la web. De hecho, había concebido estas crónicas como una especie de introducción a mi próximo libro, que tratará de la parte práctica: la puesta en marcha de un método.
A partir de este mes, pienso presentar un nuevo artículo cada 15 días.
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El concepto del tai chi va más allá del taichi chuan
En mi obra « Tai-chi-chuan, origine et puissance d'un art martial » (Ed. Désiris 2010), traté una serie de cuestiones que me parecen fundamentales para la práctica de esta disciplina. Para ello me basé en un estudio histórico y en mi práctica personal.
Mis reflexiones no eran de orden intelectual, sino que se referían a la práctica corporal, porque hacía mucho tiempo me preguntaba si el taichi chuan era realmente un arte marcial.
Pensaba que si lo fuera de verdad, yo tendría que comprender por qué y cómo resulta posible formar y desarrollar unos movimientos y técnicas rápidos y fuertes a través de un trabajo lento y flexible.
Si existiera un método tan aparentemente mágico, tendría que poder comprenderlo a fin de poder practicarlo. Mi modo de proceder fue simple y directo. En el transcurso de mis investigaciones, tenía que rechazar las ideas previamente formuladas que no pudieran sostenerse tras la aplicación de pruebas prácticas: es decir, si no ayudaban a formar capacidades para el combate.
Comprobé personalmente que los expertos en taichi chuan podían ser muy fuertes en tui-shou, pero no por ello eran capaces de desenvolverse con eficacia en combates de tipo kárate o tipo boxeo. Como mis experiencias en este terreno no lograron convencerme, tuve que seguir investigando.
En esta serie de artículos que escribiré en la web, explicaré la segunda etapa de mis investigaciones, que formará la base de la obra que pienso publicar durante el año 2012. Asímismo, presentaré unas imágenes relativas a estos textos en internet.
Retomando algunas de las reflexiones explicadas en la obra anterior, quisiera explorar el dominio de la práctica corporal de modo más general. Así evitaré repetir lo que ya se ha dicho, sobre todo respecto de las consideraciones históricas, repitiendo sólo determinados pasajes que considero cruciales para mi argumento. Si algún lector desée más información sobre este tema, le invito a leer el libro citado.
El objetivo de esta serie de artículos es adelantar nuevas reflexiones para una mejor práctica.
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Recordemos un pasaje que escribí en el libro:
En su obra Yi chuan xué (« Estudio del yichuan »), Han Xingqiao escribe:
« En el antiguo texto Daode jing, se encuentra el siguiente pasaje: “El taichi, Origen del Universo, se divide en dos elementos contradictorios y complementarios, el yin y el yang, que se dividen en cuatro produciendo ocho fenómenos; luego en ocho veces ocho, produciendo los sesenta y cuatro fenómenos que se extenderán al infinito…” Para nosotros esta frase indica la orientación del zhan zhuang donde involucras la totalidad del cuerpo, que se convertirá en el taichi del Caos primordial. Así es como el ejercicio del zhan zhuang se basa en el principio del taichi...».
Según Han Xingqiao, el zhan zhuang, ejercicio fundamental del yi-chuan, pretende realizar el principio del taichi...
Existen numerosas técnicas llamadas taikyoku (la palabra taichi en lengua japonesa) en diferentes escuelas de sable y de otras artes marciales japonesas. Todas buscan más o menos la realización técnica del concepto del taichi. Se concibe como la integración dinámica de los dos elementos complementarios, el yin y el yang, creadora de todas las técnicas originales; es el taikyoku. Es decir, la idea del taichi no es exclusiva del taichi chuan.
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¿Qué quiere decir concretamente el taichi? Podemos reflexionar sobre ello con un ejemplo muy simple.
Al expandir el pecho (la parte yin) en sentido horizontal, la parte opuesta (la espalda, o parte yang) puede comprimirse; si comprimes el pecho, la parte dorsal se expande. Comprobarás el mismo tipo de movilidad del tronco en el sentido vertical, como un acordeón que se abre y se cierra de arriba abajo, o hacia delante y hacia atrás; el tronco se alarga y se comprime. Puede hacerse hasta de modo oblicuo. Estos movimientos complementarios del tronco obedecen al principio del taichi.
Imaginemos un cuerpo hecho de madera, como el de Pinocchio, con el tronco formado de un solo bloque. Carece totalmente de movilidad flexible. Obviamente podrá girar de derecha a izquierda, y moverse hacia delante y hacia atrás, arriba y abjajo, pero estos son los únicos movimientos que puede ejecutar.
En cambio, nuestro cuerpo vivo tiene muchas más posibilidades dinámicas. Si nuestro registro de movimientos nos parece limitado, es justa y sencillamente a causa de nuestro modo de concebir nuestro cuerpo. Nos hemos autolimitado con la idea de que son los miembros los que han de moverse, dejando que el tronco se quede quieto, o moviéndose sólo un poco.
Desde el momento en que formamos nuestra imagen corporal con la idea de que el tronco no puede moverse « aunque los miembros sí pueden hacerlo », su movilidad potencial desaparece sistemáticamente de nuestra conciencia, dejándonos con un tronco como el de Pinocchio, de madera. Nos imaginamos que no podemos mover el tronco sencillamente porque no sabemos cómo moverlo!
Sin embargo, el tronco debe moverse, y mucho, pero de manera diferente de los miembros. Es capaz de producir una fuerza mucho más importante que la que estamos acostumbrados a producir, por ejemplo con los brazos y las manos.
Los métodos antiguos descubrieron hace mucho tiempo la importancia de las actividades disimuladas en el cuerpo, y descubrieron también cómo cultivar y desarrollar esas capacidades dinámicas nada ordinarias.
Con un cuerpo de Pinocchio, no podemos trabajar el taichi chuan, porque sólo se moverán los miembros y el cuello, quedando el tronco inmóvil al estar hecho de un solo bloque.
Esto es un punto esencial que a menudo queda disimulado en la enseñanza de masas. Podría ser uno de los secretos de la eficacia del taichi chuan nunca difundidos realmente.
Continuará...